El doctor Bernard Lievegoed describe el desarrollo del niño en fase de siete años, estudiando en detalle las características físicas y psicológicas de cada fase. Nuestros niños podrán llegar a ser hombres felices, capaces y prudentes si la pedagogía tiene en cuenta desde el principio el desarrollo integral del ser humano y su conformación fundamental basada en su estructura trimembrada: cuerpo, el alma y el espíritu.